Monólogos que nacieron a mano

Primero

Había dos maneras de entender aquel discurso. El alfa y el omega. La relación entre el conocimiento versus la experiencia. ¿Con cuál te quedas?, es mágico cuando una persona toma ambas como un todo, como los surrealistas. Como los pintores que escriben poesía. Como los poetas que cantan en la ducha. Como el lector común, que se siente el personaje principal de una novela. Así me siento contigo. No existo sin tu criterio combinado al mío. Con mi cabello enredado entre tus dedos. Con mis palabras en tu boca y tu pensamiento en mis sueños. 

Segundo

Nos vamos en silencio caminando juntos. Vas conmigo, yo contigo. Me acompañas a esperarte, te acompaño a esperarme. No somos felices separados, nos divertimos extrañándonos pero no es suficiente, siempre nos falta esto. Este vacío que alimentamos el uno en el otro. Ese camino que tu corres y en el que yo voy de rodillas y viceversa y también la misma cosa. Eres nadie, lo eres todo. Vamos juntos, caminando hacia el tren que va en dos direcciones distintas, pero tu y yo sabemos que las perpendiculares, las tangentes y las paralelas, terminan en un beso.  

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