Silvia Maneiro,
la de antes,
la de siempre.
Hoy volví a escuchar su canción, no me pude contener, dijo Silvia Maneiro mientras su amiga Clara recogía los platos de la mesa, luego de un delicioso almuerzo improvisado con las pocas cosas que estaban por vencerse en el refrigerador.
¿Tú sabías que cuando escribió la última parte de esto, aun no nos habíamos visto a la cara? Es increíble el rumbo que han tomado las cosas, yo creí que esta historia era inmortal y míranos ahora, dos completos desconocidos, Clarita. Me parece que fue ayer cuando pisé de nuevo el aeropuerto de Maiquetía con el corazón en la boca, porque sabía que ya estábamos en el mismo continente y ahora míranos... Clarita, yo de vuelta al futuro al que me vine para tratar de superar el pasado. Y él, él igual que siempre. Con sus versos, sus mentiras, quizás un poco de esto y de aquello, pero el mismo chico, el mismo esquema, las mismas actrices de reparto. Tiene razón Juan Mariano, Clarita, todas esas veces que me preguntó con su retórica que si yo era Penélope o Nausícaa, mientras yo le respondía, como una tonta que soy, que yo era Penélope para siempre. ¡Que tonta he sido Clarita!, Juan Mariano es solo el resultado de haber sido la Penélope de Cristóbal. No sirve de nada ser la amante tonta que espera en la eternidad a su amado, dándole sus mejores años, sus mejores palabras y silencios, dándole tu mejor versión Clarita, es que no vale la pena, te lo digo. Escuché su canción y me sentí... como esa chica desconocida que vivía una época maravillosa, en la que pensó en un pendejo por lo menos cinco minutos al día. Me sentí terrible Clara. Fíjate que ha sido hasta sabio este Juan Mariano.
Silvia se hace una cola de caballo en su pelo quemado por el sol veraniego. Mira el móvil, no tiene noticias del país vecino. Mira la ventana.Voltea al sofá. Piensa en lo que fue, o dejó de ser, o no empezó, o se terminó, o quizás pase. Piensa en Juan Mariano.
la de antes,
la de siempre.
Hoy volví a escuchar su canción, no me pude contener, dijo Silvia Maneiro mientras su amiga Clara recogía los platos de la mesa, luego de un delicioso almuerzo improvisado con las pocas cosas que estaban por vencerse en el refrigerador.
¿Tú sabías que cuando escribió la última parte de esto, aun no nos habíamos visto a la cara? Es increíble el rumbo que han tomado las cosas, yo creí que esta historia era inmortal y míranos ahora, dos completos desconocidos, Clarita. Me parece que fue ayer cuando pisé de nuevo el aeropuerto de Maiquetía con el corazón en la boca, porque sabía que ya estábamos en el mismo continente y ahora míranos... Clarita, yo de vuelta al futuro al que me vine para tratar de superar el pasado. Y él, él igual que siempre. Con sus versos, sus mentiras, quizás un poco de esto y de aquello, pero el mismo chico, el mismo esquema, las mismas actrices de reparto. Tiene razón Juan Mariano, Clarita, todas esas veces que me preguntó con su retórica que si yo era Penélope o Nausícaa, mientras yo le respondía, como una tonta que soy, que yo era Penélope para siempre. ¡Que tonta he sido Clarita!, Juan Mariano es solo el resultado de haber sido la Penélope de Cristóbal. No sirve de nada ser la amante tonta que espera en la eternidad a su amado, dándole sus mejores años, sus mejores palabras y silencios, dándole tu mejor versión Clarita, es que no vale la pena, te lo digo. Escuché su canción y me sentí... como esa chica desconocida que vivía una época maravillosa, en la que pensó en un pendejo por lo menos cinco minutos al día. Me sentí terrible Clara. Fíjate que ha sido hasta sabio este Juan Mariano.
Silvia se hace una cola de caballo en su pelo quemado por el sol veraniego. Mira el móvil, no tiene noticias del país vecino. Mira la ventana.Voltea al sofá. Piensa en lo que fue, o dejó de ser, o no empezó, o se terminó, o quizás pase. Piensa en Juan Mariano.
Que nombres más aburridos
ResponderBorrarSupongo que el tuyo también lo es, por eso usas el anonimato.
BorrarVamos a estar claros mi nombre no va a cambiar el hecho de que Juan Mariano, Silvia Maneiro, Cristobal y Clara sean nombres intesamente aburridos hasta el infinito!
BorrarOtra cosa que tampoco cambiará, es que olvidas usar acentos a menudo. Gracias por pasar a aburrirte de cualquier manera. ¡Saludos!
BorrarDe nada. Besos!
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