El volumen de los días

Cuando te mudas de casa, siempre hay mucho que se queda contigo pero también mucho que se va bajo tu consentimiento, y está todo aquello que se pierde sin que te enteres.

Desde qué tengo memoria me habré mudado unas 7 veces en total, pero es la primera vez que me mudo de vida. Y hubo mucho ruido. 

Conmigo me traje ropa de invierno, de primavera y algo de verano. Me traje algunos libros y en ellos, algunos recuerdos. Fotos para entender lo que pasaba antes, música para sentirme cerca de algunas personas de vez en cuando. 

Dejé muchas historias. Papeles sin terminar. Notas a la mitad. Y mi corazón en alguna dirección que no llegué a concretar. 

Ya no hay tanto ruido. Comenzaron los días en que ya no sabemos que hacer con el silencio. 

(París, rue Miollis, apto 5, torre 28. - enero de 2014)

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