Carta para el futuro

Cierra los ojos para que puedas verme. 

Finalmente no necesito otra luz sino la de tu mirada. Adelantamos el tiempo. Me miras, te miro, solo somos tu y yo, son dos faros apuntando fijamente. Me gritas que me amas, y yo te lo grito de vuelta. Aun sin decirlo, los dos sabemos que todo está bien.

Luego de madurar, sacar nuestros demonios, invitarlos a comer, dormir con ellos y despertarnos en la madrugada a abrazarlos para que dejaran de lado el miedo, se fueron. Solo somos tu y yo, de nuevo, de frente, sin nadie al rededor. En ruinas del pasado, encima de un colchón desnudo, con los planos de construcción del futuro que ambos queríamos juntos. 

Si te preguntan, cuando sales, cómo estoy, diles que perfecta. Que te encontré. Que me buscaste, sin caballos, ni coronas. Sin palabras indecisas, con convicciones en las manos, con fuerza en la garganta, con amor. Sin un grito. Con respeto. Sin perder la paciencia. Diles que diste conmigo y que yo te estaba esperando. 

Dile al mundo que nos amamos como nunca. Que somos tan felices que quien nos ve se abruma. Diles que el tiempo pasa lento mientras les cuentas de nosotros, y vuela cuando me tienes a tu lado, con mi mano en tus pestañas. 

Diles lo felices que somos. Lo convencidos que estamos de que hacemos lo correcto. 

Diles que no hacemos canciones. Diles que juntos somos una melodía perfecta. Diles que todo fluye. Que la vida ha sido generosa. Que la familia está creciendo. Que soy lo que te mereces y tú... lo que yo me merezco. 

Dile al mundo que se equivocó en decirnos que el amor no existía. Diles que no solo lo hemos encontrado sino que también lo hacemos a diario. Diles que hacemos el amor con las manos. Que lo escribimos con los labios. 

Diles, que soy tuya. Que eres mío. Que nos encontramos en el futuro. Que no nos perdimos de vista. 

Diles. Que yo ya no estoy para decirlo.