Se que hace rato que no hablamos, que hemos perdido contacto, que me has necesitado,
que me llamas y no atiendo, que me escribes y no respondo, que me hablas y he dejado de
escucharte. Se que un día sin saber cómo, todo entre nosotras cambió.
Se que te dejé sola con personas que te mantuvieron ocupada. Se que te dejé con tareas y actividades que te hacían olvidar. Se que hice todo eso y no te escribo para disculparme. Te escribo para contarte que así no lo entiendas, ni lo veas muy claro, debes estar sola. O al menos, sin mí.
Desde que eras muy pequeña, te enseñé formas de ver las cosas. Formas de caminar, de hablar, incluso formas de sentir. Hablé por ti, mentí por ti. Probé, sin que me autorizaras. Hice de ti lo que eres. Y tampoco lo admito para que me perdones.
Te cuento que en la vida, pasarán momentos como este, donde te sentirás muy sola, y donde todos a tu alrededor te decepcionarán, como han hecho a menudo. Te advierto que estarás destrozada, que te romperán el corazón, y no será ese chico que hoy te hace el insomnio divertido. Serán otros, con los que ni tendrás una relación. Serán tus amigos, tus vecinos, tus hijos. Serán todos, sin excepción. Es tu deber aceptar que eso pasará, y tu estarás preparada para superarlo. Yo te dejé lista para caminar sin voltear a ver si estoy pendiente de cuando caigas o tropieces.
Te toca entender que cuando las personas se van de tu vida, no es porque otros te las estén quitando. Es necesario que aceptes que creciste, que las cosas no serán como antes ni como después. Tienes derecho a sentirte perdida, pero es tu oportunidad de conocerte libre. No extrañes sabores, ni olores. No extrañes abrazos, ni besos. No pases por direcciones que te lleven al pasado. No recuerdes números que no necesitas discar desde el teléfono.
Guarda un espacio para lo cotidiano. Encuentra un momento para respirar y ver a los lados. Vive los segundos como si no se repitieran los números, aunque en tu reloj siempre estén los mismos 12 que ya conoces. Sonríe. Te ves mas guapa cuando lo haces. Ve a lugares que tu cuerpo necesite. Besa cuando sus labios estén cerca de los tuyos. Dile que lo quieres. Da las gracias. También las buenas noches. Cuidado con los buenos días, no seas repetitiva, y recuerda que no eres muy simpática en horas de la mañana. No te quedes dormida. No te vayas tan tarde. No llegues muy temprano, así no eres tú. Guarda secretos. Mira con certeza. Se tu misma, eres el alma mas ligera que conozco cuando das tu mejor consejo. Abrázalo. Toca sus manos. Besa sus nudillos cuando te toque para demostrarte ternura. Haz el amor. Come en horarios regulares. Mírate al espejo. Llama a tu papá. Habla con mamá. Pregúntale a tus hermanos como les va. Visita a tus amigas. Deja el alcohol para los fines de semana. Haz tu corto. Termina tu libro. Viaja a visitar a tu familia. Practica tu inglés. Aprende francés. Y alemán, italiano y portugués.
Sueña. No dejes de soñar, que cuando lo haces, aparte de convencerme de que dormiste y descansaste, amaneces con una sonrisa y ya te dije que te ves muy bonita. Sube la montaña. Mira tu ciudad favorita desde arriba. A veces se te olvida lo hermosa que es cuando miras tanto hacia el suelo lleno de problemas.
Lee tus libros. Regala tus historias al mundo. Saca de tus bolsillos todo el amor que tienes acumulado. Aprovecha el tiempo. Demuéstrame que después de los cinco minutos que invertiste leyendo esta carta, no tendrás que hacerlo de nuevo para encontrarme.
Con amor,
Se que te dejé sola con personas que te mantuvieron ocupada. Se que te dejé con tareas y actividades que te hacían olvidar. Se que hice todo eso y no te escribo para disculparme. Te escribo para contarte que así no lo entiendas, ni lo veas muy claro, debes estar sola. O al menos, sin mí.
Desde que eras muy pequeña, te enseñé formas de ver las cosas. Formas de caminar, de hablar, incluso formas de sentir. Hablé por ti, mentí por ti. Probé, sin que me autorizaras. Hice de ti lo que eres. Y tampoco lo admito para que me perdones.
Te cuento que en la vida, pasarán momentos como este, donde te sentirás muy sola, y donde todos a tu alrededor te decepcionarán, como han hecho a menudo. Te advierto que estarás destrozada, que te romperán el corazón, y no será ese chico que hoy te hace el insomnio divertido. Serán otros, con los que ni tendrás una relación. Serán tus amigos, tus vecinos, tus hijos. Serán todos, sin excepción. Es tu deber aceptar que eso pasará, y tu estarás preparada para superarlo. Yo te dejé lista para caminar sin voltear a ver si estoy pendiente de cuando caigas o tropieces.
Te toca entender que cuando las personas se van de tu vida, no es porque otros te las estén quitando. Es necesario que aceptes que creciste, que las cosas no serán como antes ni como después. Tienes derecho a sentirte perdida, pero es tu oportunidad de conocerte libre. No extrañes sabores, ni olores. No extrañes abrazos, ni besos. No pases por direcciones que te lleven al pasado. No recuerdes números que no necesitas discar desde el teléfono.
Guarda un espacio para lo cotidiano. Encuentra un momento para respirar y ver a los lados. Vive los segundos como si no se repitieran los números, aunque en tu reloj siempre estén los mismos 12 que ya conoces. Sonríe. Te ves mas guapa cuando lo haces. Ve a lugares que tu cuerpo necesite. Besa cuando sus labios estén cerca de los tuyos. Dile que lo quieres. Da las gracias. También las buenas noches. Cuidado con los buenos días, no seas repetitiva, y recuerda que no eres muy simpática en horas de la mañana. No te quedes dormida. No te vayas tan tarde. No llegues muy temprano, así no eres tú. Guarda secretos. Mira con certeza. Se tu misma, eres el alma mas ligera que conozco cuando das tu mejor consejo. Abrázalo. Toca sus manos. Besa sus nudillos cuando te toque para demostrarte ternura. Haz el amor. Come en horarios regulares. Mírate al espejo. Llama a tu papá. Habla con mamá. Pregúntale a tus hermanos como les va. Visita a tus amigas. Deja el alcohol para los fines de semana. Haz tu corto. Termina tu libro. Viaja a visitar a tu familia. Practica tu inglés. Aprende francés. Y alemán, italiano y portugués.
Sueña. No dejes de soñar, que cuando lo haces, aparte de convencerme de que dormiste y descansaste, amaneces con una sonrisa y ya te dije que te ves muy bonita. Sube la montaña. Mira tu ciudad favorita desde arriba. A veces se te olvida lo hermosa que es cuando miras tanto hacia el suelo lleno de problemas.
Lee tus libros. Regala tus historias al mundo. Saca de tus bolsillos todo el amor que tienes acumulado. Aprovecha el tiempo. Demuéstrame que después de los cinco minutos que invertiste leyendo esta carta, no tendrás que hacerlo de nuevo para encontrarme.
Con amor,
Tu misma.
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