Pensamos que la vida se trata de causas y actos particulares. Que la suma de muchos pedacitos de realidad, conforman una realidad completa, sincera, sin precedentes y trascendental.
Te equivocas.
La vida, no es un acto particular. No depende solo de lo que decides, sino de lo que decide quien tienes al lado, que quizás este en desacuerdo, o en otra órbita pensando que su verdad es la correcta.
El problema del peatón, no es caminar en el sentido correcto y a la velocidad apropiada. El conflicto viene cuando no sabes si un ciclista no calculo sus frenos y de pronto te paso por encima. Siendo nadie culpable.
El problema no es que estés perdidamente enamorada de alguien y sean felices para siempre. Es que aun estando el enamorado de ti, puede la malcriadez de la tentación hacerle llamar a otra y burlarse de ti cuando las copas de mas se le subieron a la cabeza. Y tu ni te enteras de que tienes competencia.
El problema no es lo que ignoras. Sino que los demás lo están ignorando en este preciso instante. Donde las verdades convergen. Donde hay mas de dos mitades. Donde el mundo se acabo para algunos, se paralizó para otros, va corriendo para muchos, y no se parece a nada de lo que tienes ante tus ojos.
El problema es, que la nariz siempre esta visible a los ojos, pero ellos prefieren ignorarla por coordenadas del cerebro. El problema es que no queremos ver, ni entender, que la vida no se trata de tus decisiones, sino de tus decisiones en contexto a las mil decisiones que toman los demás.
La vida, por ende, no es, ni será, un acto particular.
Te equivocas.
La vida, no es un acto particular. No depende solo de lo que decides, sino de lo que decide quien tienes al lado, que quizás este en desacuerdo, o en otra órbita pensando que su verdad es la correcta.
El problema del peatón, no es caminar en el sentido correcto y a la velocidad apropiada. El conflicto viene cuando no sabes si un ciclista no calculo sus frenos y de pronto te paso por encima. Siendo nadie culpable.
El problema no es que estés perdidamente enamorada de alguien y sean felices para siempre. Es que aun estando el enamorado de ti, puede la malcriadez de la tentación hacerle llamar a otra y burlarse de ti cuando las copas de mas se le subieron a la cabeza. Y tu ni te enteras de que tienes competencia.
El problema no es lo que ignoras. Sino que los demás lo están ignorando en este preciso instante. Donde las verdades convergen. Donde hay mas de dos mitades. Donde el mundo se acabo para algunos, se paralizó para otros, va corriendo para muchos, y no se parece a nada de lo que tienes ante tus ojos.
El problema es, que la nariz siempre esta visible a los ojos, pero ellos prefieren ignorarla por coordenadas del cerebro. El problema es que no queremos ver, ni entender, que la vida no se trata de tus decisiones, sino de tus decisiones en contexto a las mil decisiones que toman los demás.
La vida, por ende, no es, ni será, un acto particular.
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