Perdonar

Cuando perdonamos somos más felices, y no me refiero a perdonar a los demás, sino hoy particularmente hablo de perdonarse uno mismo.

Vi en una película española hace un rato, un diálogo que me llevó a una situación de poco mas de 4 años atrás.

Dos chicas se sentaron a hablar y a conocerse, por una razón en común: un chico. Este había tenido algo con la rubia, y se amaron mucho, pero todo termino por una razón que la Mora no conocía. La Mora era una chica con la vida tranquila, pero desde que el chico llego a su vida no hacia sino insistirle en tener algo, en que estaba enamorado de nuevo, y de ella.

Mientras charlaban, descubrieron tantas cosas buenas la una de la otra, que la rubia le dijo esto:

- Rubia: me caes muy bien ahora que te conozco. Tenia tantas ganas de odiarte, sabes?
- Mora: puedo inaginarmelo. Pero yo nunca pude odiarte. También me caes muy bien ahora que te conozco.

Hace 4 años o más, tuve una conversación parecida con una chica  que por una razón similar no me odiaba pero tenía muchas dudas, igual que yo. Un día en el cafetín de mi universidad me dijo: "Sofía, podemos hablar 5 minutos?" y decirle que sí, fue una de las mejores decisiones de mi vida. Hoy somos muy buenas amigas, y en mi top sincero y real de gente que quiero, admiro y espero tener siempre cerca en mi vida, está su nombre.

Creo que a veces llegan hombres que nos ponen a odiar su pasado. Todos tenemos pasado y mi único lema para estas situaciones es que a estos tipos hay que hacerles entender lo bonito de estar solo. Lo chévere que es desenamorarte y cerrar un ciclo para volver a empezar otro. Es la manera más sana y menos enviciante.

A veces me dan ganas de preguntarle a algunas chicas, "hola, tienes cinco minutos?" pero todo requiere tiempo.

Perdonar nos hace libres. La vida sigue, y "solo se vive una vez", como la fulana canción.


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