Lo correcto


Cuando estaba pequeña, en epoca de colegio quiero decir, había un chico como 3 años mayor que yo, que siempre cantaba en los actos, concursos, en la iglesia (mi colegio era de monjas), y yo decía: cuando esté grande quiero tener un novio que sepa tocar guitarra, que me cante, que cante conmigo, que le guste la música.

Hoy justamente pensaba… ¿qué hubiese hecho yo con este tipo que posiblemente no quería lo mismo que yo, no amaría mi forma de caminar, ni mis manos tocando su cabello, mi aliento, mis ganas de hacer, de no hacer, y todas esas cosas que uno valora cuando tiene a alguien a su lado, qué hubiese hecho yo con él , que sólo me gustaba por su habilidad musical?

Nada. Me respondo.

Y así como a los 13 sólo buscaba hombres que hicieran magia con notas musicales y una buena voz, hoy seguramente busco otros adjetivos que definitivamente se vuelven innecesarios a la hora de elegir a alguien para pasar mi tiempo. No quiero sonar frìvola, o egoìsta al llamar a una persona “alguien con quien pasar el tiempo”, pero uno siempre busca, sinceramente, el amor unido a dos grandes aliados: la utilidad y la ganancia.

Racionalizando el amor, hoy quiero estar con alguien con quien sienta que vale la pena pasar horas en su cuello, dias en silencio, minutos en volumen maximo, segundos en orgasmos, y ganar siempre la posibilidad de decir con firmeza que… el amor si existe, porque hay alguien que siente a mi lado, que en cada espacio/lugar/momento está haciendo lo correcto.

Tal vez el chico de la guitarra me hubiese cantado bonitas canciones, pero ¿hubiese sido lo correcto?

No tengo idea, pero por alguna razón sigo buscando.

Y todavía sería un plus, lo del instrumento.
#touché


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