El que mezcla, pierde



Que mala costumbre, la de mezclar cosas que al final no logran ser homogéneas.

Desde hace algún tiempo intento cocinar, o al menos satisfacer con mis manos, lo que a mi paladar le provoca, y sencillamente no tolero los grumos, algo crudo cuando debe estar cocido, algo aguado cuando tuvo que quedar consistente. Y esto es sólo una forma de ejemplificar que hay cosas que sencillamente no se deben unirse, por ejemplo una receta complicada con un cocinero novato.

De todos modos, no quiero hablar de COMIDA, sino de la COMEDIA que resulta para el otro, esa mezcla absurda, pasada de moda, ridícula, y persistente, que muchos de nosotros hacemos, llamada: alcohol + teléfono.

Decir cuantas veces lo he hecho, sería abrumador, pero propongo tres historias... a juzgar.

1. Una vez, Paola, soltera por necesidad, y vírgen por la misma razon, llamo a su ex, Mariano, para decirle: quiero que me hagas el amor. Para su sorpresa, su llamada nunca fué atendida por él, sino por la abominable contestadora... así que par de veces tuvo que escucharse, con unas risas posteriores por parte del chico. Paola sigue siendo virgen, por necesidad.

2. El típico: sólo escucha!. Andres, después de haber pensado mucho sobrio, comenzó a beber, hasta que tuvo el valor de llamar a Daniela... para ponerle una canción tan ridícula, que ni siquiera puede contar los hechos de aquel día, en voz alta... ah porque de paso, se la cantó.

3. Victoria, tomó su blackberry a las 3 am, después de ocho mojitos, para decirle a Eduardo en un mensaje de texto, que tenía ganas de sudar entre sus dedos.

Esta parece la mejor excusa para desahogarnos, pero... solo conseguimos ahogarnos en la risa/desprecio/burla de los demás... que tampoco saben mezclar, pero sencillamente esa vez tenían la posibilidad de subestimar... que nosotros solo de esa manera nos podíamos comunicar.

Estoy convencida de que debemos mezclar una llamada, con alguien que no puede dormir pensando en nosotros. Un buen beso, con alguien que no deja de salivar mientras nos ve pronunciar cualquier cosa. Un buen consejo, para alguien que de verdad valora lo que opinamos sobre la vida.

Pero también estoy resignada a aceptar que lo heterogéneo hace mas bulto en el estómago, y se queda incrustado en las paredes de todas nuestras cavidades.

¿Sábes qué? 3 shots, y dile lo que quieras. Mañana riete porque la volviste a cagar, y repite la ecuación hasta que te de el resultado que mas te tripees.

Comentarios

  1. me encantó. sólo puedo decir: been there, done that.

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  2. Totalmente identificada! Qué es más natural que meter la pata y luego reirnos de nosotros mismos? Definitivamente no estoy sola en el mundo :)

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