Rojo perlado


Es difícil reconocer los colores cuando tienen nombres tan extravagantes. Digo, son muy pocos quienes tienen el don de diferenciar un terracota, de un rojo ladrillo, o de un cobrizo... Yo sería la primera en enrredarme y decir algo sencillo como el primario rojo.

Sin ser etiquetada por escoger este color, mi punto de partida, es que éste para bien o mal, es el color asociado con el amor.

La pasión, hace que la sangre fluya con una intermitencia avasallante. La emoción hace que la epidermis se enrojezca y terminemos colorados de la pena, o de la elocuencia con la que nos dibujan una sonrisa.

En fin, rojo, un color bonito, con millones de pigmentos, infinitas presentaciones, e incontables texturas.

Me encantaría que el amor fuese verde, suave como un celeste, o caprichoso como un turquesa. Tal vez sería aun mas llevadero si fuese marron, o un blanco combinable. El negro seria el perfecto porque serviría para esa ocasión en la que amamos, o desamamos porque nos rompieron el corazón.

En fin dos (02), el amor... Es un invento permanente, tanto como ese rojo perlado que si cerramos los ojos para imaginarlo, se ve como un beso, brillando y haciendonos felices... Hasta que se termina.

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