Aceptar, declinar, ignorar, cerrar…

Que irónico llegar a este punto, cuando hace meses… ni planeabas un punto y final.

El tiempo pasa, y aún no sé qué hacer con estas cuatro palabras que a diario leo, bajo tu nombre. Cualquier persona que lo lea diría: ¡que estúpida!, ¡dale de una buena vez a declinar!.

Mis mejores amigos me dicen: ¿hasta cuándo? ¡Ignóralo de una buena vez!. Mi cabeza me dice: ¿qué tanto esperas? Si tú no eres de tomar una decisión hasta la mitad, ¡dale de una vez a cerrar! Y mi corazón (si, mi corazón me habla) me dice: sal corriendo y con un abrazo, le dices que no se vuelva a equivocar, y presiona “aceptar”.

Lo que pasa es que me da miedo caer en el circulo vicioso de las peleas (entre chico y chica) en las que sucede lo siguiente: tu lo quieres, el se equivoca, lo perdonas, el te quiere, tu NO te equivocas, el se equivoca de nuevo, lo vuelves a perdonar, y el YA NO TE QUIERE.

Sigue pasando el tiempo, y valoro cada día todo eso que contigo no vivía… que era mucho mas de lo que si ocurría. Pero sigo con este ridículo capricho de incluirte en mi destino, mientras tu te empeñas en alejarte de mi camino.

Aceptar, declinar, ignorar, cerrar…

Aún no se qué botón presionar.